
No creo que haya que ser economista para deducir, el enorme costo y la inviabilidad económica del proyecto de nueva linea ferrea, trenecito turístico y demás, que como los globos y el confeti, nos sueltan rutinariamente cada cierto tiempo.
Pués bien, a mis cortas luces, todo esto no pasaría de graciosa anecdota, sinó fuera por que impide otros proyectos, consistentes en usar unas toneladas de grava, un rulo y algo de sentido común para poner en valor esta magnífica vía verde como ruta de senderismo y cicloturismo.